Sopaipillas y pizzetas: las otras masas que todo almacén debería incorporar

Se trata de productos de gran demanda que además tienen la gracias de que suelen llevar asociada la venta de otros alimentos que los complementan.

“Hoy existe una muy buena oportunidad para los dueños de negocios de incorporar la línea de masas preparadas”, asegura sin dudar Carlos Raggio, gerente de Club Almacén, cuando se le consulta respecto de los productos de este tipo que debería comercializar el almacén de barrio en estos tiempos de pandemia.

Y con la misma seguridad menciona de inmediato “la masa de pan crudo, que las mismas personas hornean en sus casas. Es un producto que se puede guardar al natural durante unos días o con una mínima refrigeración”.

Raggio también menciona a la masa para empanadas y las pizzetas, “que por ser individuales tienen una mejor salida y además son más fáciles de repartir. Y para qué decir las sopaipillas. Se tratan todos de productos que tienen buena salida y que son los que el almacenero debería privilegiar”.

Pero a lo anterior suma “masas preparadas como pastelillos dulces y salados”, aunque precisa que antes de incorporarlas se debería consolidar la venta de los productos que tienen una salida más masiva, en particular las pizzetas y las sopaipillas.

“Por otra parte, hoy los comerciantes pueden adquirir las masas tanto en grandes proveedores de marcas reconocidas, como pequeñas fábricas locales que los pueden abastecer.

Complementos

Pero además destaca que la comercialización de estas masas conlleva de todas maneras la venta de productos asociados. “Entre ellos encontramos carne molida, ketchup, quesos, especialmente la variedad de granulados, jamón, tomate, orégano, pimienta. Y en el caso puntual de las sopaipillas, pebre, mostaza, ají y chancaca”.

Un tema relevante para él es que “siempre el comerciante debe ofrecerle al cliente dos o tres variedades de productos, con distintas marcas y diversos precios para que el cliente tenga de donde elegir”.

Fuentes: www.lacuarta.com