Un 5,4% del gasto promedio mensual de los hogares del conjunto de capitales regionales de Chile, se destina a alimentos y bebidas preparadas listas para su consumo, es decir, $60.080, de acuerdo a las cifras publicadas en 2018 por la VIIIEncuesta de Presupuestos Familiares (EPF), y que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entregó en detalle hoy.
En relación con el tipo de establecimientos en que los hogares adquieren, en promedio, este tipo de alimentación, un 96.9% lo hace en restaurantes, almacenes, supermercados, comercio ambulante y similares. A la vez, solo un 3,1% gasta en el consumo de alimentos y bebidas preparadas en comedores de empresas, escuelas, universidades y similares.
¿Menos tiempo?
Estas encuestas tienen el propósito de determinar la estructura del gasto en el consumo de los hogares particulares para actualizar la canasta de bienes y servicios y sus ponderaciones para la elaboración del Indice de Precios al Consumidor (IPC). La EPF es una encuesta socioeconómica aplicada a hogares, cuyo propósito es recopilar información sobre gastos en los que estos incurren y los ingresos que perciben en un período de tiempo determinado. Actualmente, su trabajo de campo tiene una duración de un año calendario, tiempo durante el cual se recolecta información en todas las capitales regionales del país y sus principales zonas conurbadas. Su información se produce cada cinco años.
Ante esos datos, Cristina Pool Chang, nutrióloga infantil de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales, señala que “es lamentable ver cómo algunas familias aún destinan una parte del presupuesto familiar en alimentos que no reportan beneficio alguno para su salud, a pesar de los esfuerzos que realizan las autoridades sanitarias por educar y normar, como la Ley del Etiquetado“.
¿Es por poco tiempo para cocinar en casa? Pool, considera que la menor disponibilidad de tiempo, que argumentan las familias para normalizar el acceso a alimentos preparados y bebidas listas para su consumo, “parece una excusa para normalizar este hábito“.
Estos alimentos, en su mayoría, dice la académica UDP, pueden ser altos en azúcares, sal y grasas saturadas, componentes cuya adicción está documentada en la literatura científica, “y que son además consumidos libremente por nuestros niños que están en etapa de crecimiento y formando sus hábitos alimentarios, la necesidad de seguir educando cobra mayor relevancia”, sostiene.
Cabe señalar que el porcentaje del gasto destinado a alimentos y bebidas preparadas listas para su consumo varía de acuerdo a los ingresos de los hogares. Así, el gasto promedio en restaurantes y similares del quintil de más altos ingresos es 10 veces el gasto promedio del quintil de más bajos ingresos.
Fuente: https://www.america-retail.com/estudios-consumidores/estudios-hogares-en-chile-destinan-60-080-al-mes-en-alimentos-y-bebidas-preparadas/
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